Caracas, 6 de noviembre de 2025 

Con el propósito de promover la transición hacia la sostenibilidad en las organizaciones venezolanas y reflexionar sobre cómo las empresas pueden adaptarse a las crecientes exigencias globales, el Simposio Internacional de RSE y Sostenibilidad 2025, organizado por el Comité Alianza Social de la Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria (VenAmCham), abordó temas clave relacionados con la sostenibilidad y la responsabilidad social empresarial (RSE), como la innovación, la transparencia, la inclusión social y el impacto en las comunidades. 

El Simposio, celebrado en el Paraninfo “Luisa Rodríguez de Mendoza” de la Universidad Metropolitana (Unimet), reunió a más de 300 representantes de empresas, académicos, líderes del tercer sector e investigadores, con el objetivo de generar un espacio de aprendizaje e intercambio de ideas para fortalecer la contribución positiva de las instituciones hacia el desarrollo sostenible, alineando sus estrategias con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 

Ramón Ostos, Presidente del Comité Alianza Social de VenAmCham y Socio Director de KPMG Venezuela, dio inicio al Simposio con una invitación reflexiva hacia las oportunidades que espacios como este evento representan para conectar perspectivas empresariales y sociales. Además, Ostos subrayó que el Simposio coincide con celebraciones de instituciones emblemáticas como los 75 años de VenAmCham, los 55 años de la Unimet y los 25 años de la Alianza Social, reflejando el impacto duradero de los esfuerzos de colaboración y compromiso con Venezuela. 

En su introducción, Ostos explicó cómo el camino hacia la sostenibilidad es inseparable de los valores y el propósito que una organización debe proyectar. Haciendo referencia a las actividades previas, impulsadas desde el Comité Alianza Social, también destacó que el Simposio es parte de un recorrido basado en una planificación conceptual para entender el concepto de sostenibilidad y su importancia en lo que las organizaciones están visualizando para el futuro. En ese sentido, los eventos desarrollados previamente fueron: 

Así mismo, Ostos destacó las principales tendencias en sostenibilidad empresarial a escala global y cómo estas están impactando las organizaciones en Venezuela. Entre ellas, hizo énfasis en la creciente exigencia en transparencia, un aspecto señalado como fundamental por 51% de los líderes empresariales que ya priorizan los estándares regulatorios vinculados a ESG en sus estrategias corporativas, según el estudio KPMG 2025 CEO Outlook, por el cual  hizo un repaso de los aspectos destacados en los resultados, que demuestran una “gran oportunidad de crecimiento para impulsar modelos de negocio sostenibles”, resaltando además habilitadores como la inteligencia artificial (IA) para optimizar procesos, aumentar la trazabilidad y mejorar la toma de decisiones. 

Sobre Venezuela, expuso que existen diversas iniciativas en Venezuela que están avanzando hacia la sostenibilidad, lo cual refleja un camino hacia la transformación que permitirá a las empresas construir un impacto positivo. 

Destacó la relevancia de la COP30, celebrándose este mes en Belém (Brasil), donde se están tratando diversos asuntos asociados al cambio climático y que sin duda, marcarán una pauta en las estrategias de sostenibilidad de las organizaciones.  

Por su parte, Amaru Liendo, Presidente de VenAmCham, en sus palabras de apertura recordó al empresario Eugenio Mendoza, quien afirmaba que “si la empresa le da la espalda a la comunidad, la comunidad le dará la espalda a la empresa”, resaltando la importancia de construir relaciones empresariales sólidas y responsables con el entorno. 

Sobre la importancia del Simposio, Liendo reflexionó sobre el contexto global en relación con la sostenibilidad. Subrayó la aceleración de las regulaciones vinculadas a ESG, que impactarán directamente a las empresas: “Las regulaciones en sostenibilidad están más cerca de lo que pensamos”, afirmó al destacar cómo las empresas necesitan anticiparse y adaptarse a estas exigencias. 

El Presidente de VenAmCham también resaltó cómo las nuevas generaciones están exigiendo cada vez más compromiso ambiental y social por parte de las organizaciones: “Hoy, los jóvenes no quieren trabajar en empresas que no sean responsables con el ambiente, así como tampoco quieren consumir productos que descuiden ese aspecto”, ya que, según su declaración, buscan que las marcas demuestren un verdadero compromiso con la sociedad y el planeta para conectar con ellos. Finalmente, a los presentes les recordó que ellos son los líderes que están transformando el futuro de la sostenibilidad en Venezuela, y todo lo que hagan hoy puede marcar el inicio de un cambio positivo para la sociedad. 

Sostenibilidad y RSE 

El primer panel, moderado por Amaru Liendo, reunió a destacados líderes empresariales en sostenibilidad: Yanelly Márquez, Socia de Asesoría en Sostenibilidad y Cambio Climático de KPMG Venezuela; Verónica Cariello, Socia de Sostenibilidad Corporativa de PwC Venezuela; María Teresa Gouveia, Socia de Deloitte Venezuela; y Miguel López, Socio de Auditoría y Líder de Consultoría Financiera y Contable (FAAS) y Sostenibilidad (CCaSS) de EY Venezuela. 

Al iniciar, Liendo subrayó la importancia de tener a las cuatro grandes Firmas discutiendo sobre la sostenibilidad global y la manera en que éstas han tenido que adaptarse a las exigencias de la evolución de las empresas en el mundo. Esto lo llevó a formular preguntas clave como: ¿qué marcos regulatorios están marcando la norma de sostenibilidad? y ¿por qué es importante que las empresas den el mismo lugar a los indicadores de sostenibilidad que a los indicadores financieros? 

Verónica Cariello abrió la discusión con un análisis de las normativas internacionales que afectan la trazabilidad y transparencia en las empresas. Hizo énfasis en el impacto de las directrices de la Unión Europea (UE), específicamente el paquete «Fit for 55», que tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos 55% para 2030 y alcanzar la neutralidad climática hacia 2050. 

Cariello también explicó que estas regulaciones exigirán a las empresas implementar sistemas de debida diligencia en sus cadenas de suministro para prevenir riesgos de derechos humanos y medioambientales, establecer controles sobre las emisiones de carbono y cumplir con la regulación de productos libres de deforestación. A su vez, aclaró que hay más retos para las empresas que están presentes en múltiples jurisdicciones, tales como: riesgos de sanciones, la automatización de los sistemas, y los reportes en diferentes jurisdicciones de acuerdo con los requerimientos en cada país. 

Por su parte, en relación con las finanzas sostenibles en el contexto global, Yanelly Márquez aclaró que estas representan el uso estratégico de recursos para la creación de valor y la generación de impacto positivo en términos de ESG. Sobre algunos conceptos, Márquez explicó que las finanzas públicas son tangibles cuando los estados dirigen sus presupuestos hacia objetivos del Acuerdo de París; y las inversiones corporativas son aquellas en las que las compañías asignan sus recursos hacia oportunidades sostenibles. 

En su intervención, además, resaltó la importancia de que las empresas venezolanas identifiquen los impactos del cambio climático y las desigualdades sociales sobre sus operaciones, subrayando la necesidad de realizar un análisis consciente de los riesgos existentes: “¿Cuántas empresas se han visto afectadas por el cambio climático? Pensemos en las lluvias torrenciales y los desastres ocasionados por ellas, como los deslizamientos que impactan directamente a nuestras comunidades y entornos productivos”. Señaló que, si las organizaciones no evalúan sus riesgos ambientales y sociales, difícilmente podrán ajustar sus finanzas para mitigar estos aspectos y aprovechar oportunidades de crecimiento. 

Márquez también compartió tres acciones fundamentales para mitigar riesgos sociales y climáticos: realizar una evaluación detallada para identificar qué tan vulnerables son los negocios ante situaciones climáticas y las desigualdades; incorporar una estrategia de negocio que permita tomar decisiones inteligentes sobre la asignación de recursos; e integrar herramientas como las taxonomías regionales, por ejemplo la que está desarrollando el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), para garantizar compras e inversiones corporativas inteligentes. Con esto, completó, las empresas estarán mejor preparadas para manejar sus presupuestos de manera estratégica en respuesta a los riesgos ESG y contribuir significativamente a un futuro sostenible. 

Sobre lo que se espera de las empresas en términos de transparencia y trazabilidad, María Teresa Gouveia destacó por qué los informes de sostenibilidad han pasado de ser elementos complementarios, a una parte esencial de la planificación financiera y estratégica de las organizaciones. Mencionó los marcos reguladores internacionales emitidos por el ISSB (IFRS S1 y IFRS S2), que han permitido armonizar la divulgación de las métricas de sostenibilidad, y subrayó la importancia de implementar controles internos robustos que preparen a las empresas para trabajar con trasparencia y responder efectivamente a las regulaciones internacionales.  

Según Gouveia, el aseguramiento (realizado por terceros calificados) es vital para dotar de credibilidad a los datos que se divulgan, ya que actúa como el puente de confianza entre las empresas y sus stakeholders. Gouveia también explicó que determinar de dónde vienen los KPIs es indispensable, para asegurarse de que estos datos estén verificados y se obtengan de fuentes confiables. Por último, reiteró que las oportunidades sostenibles deben integrarse dentro del marco de las decisiones financieras. 

Finalmente, Liendo preguntó a Miguel López por el rol que está jugando la tecnología blockchain en la cadena de suministro sostenible, lo cual López abordó describiendo cinco puntos clave sobre estas cadenas: trazabilidad, para mantener una visualización sobre los proveedores de principio a fin; transparencia, asegurando que la información esté disponible y pueda ser auditada; automatización, necesaria para eliminar procesos analógicos y lineales; accountability, demostrar que la medición de los indicadores es sólida; y confianza, elemento indispensable para que las empresas y sus stakeholders tengan certeza del cumplimiento de los criterios de sostenibilidad. 

López afirmó que el blockchain es una herramienta esencial para lograr trazabilidad y transparencia, y explicó cómo la inteligencia artificial amplía las capacidades de las cadenas de suministro sostenibles, al ofrecer el análisis predictivo, análisis de demanda, y la reducción de costos a lo largo de la cadena de suministro. Sin embargo, López también destacó los retos específicos que enfrentan las empresas venezolanas en la implementación de estas tecnologías, destacando la ausencia de incentivos fiscales y financieros para la sostenibilidad, la falta de infraestructura tecnológica y la carencia de cultura corporativa sobre el tema. Señaló, además, que en la mayoría de las organizaciones del país aún no se cuenta con equipos especializados en sostenibilidad, lo cual dificulta la adopción de estas tecnologías; por lo cual se requiere del desarrollo de programas de formación en el país, para todos los niveles, empezando desde las escuelas y universidades para fomentar la cultura sostenible en la sociedad. 

Estudio de Sostenibilidad de VenAmCham 2025 

La quinta edición del Estudio de Sostenibilidad fue presentada por Daniela Oropeza, Líder de Servicios Binacionales de VenAmCham, y Alberto Herrera, Gerente de Análisis e Información de VenAmCham, quienes resaltaron que este año se cambió el enfoque del estudio hacia las percepciones de los consumidores sobre las prácticas sostenibles de empresas venezolanas. 

Oropeza explicó que el propósito del estudio sigue siendo contribuir a la discusión de la sostenibilidad en el marco de la gestión empresarial venezolana y proporcionar datos confiables sobre las prioridades del ámbito corporativo. Con una muestra de 120 personas (67% mujeres), los resultados reflejaron que 66% de los consumidores considera efectivas las campañas comunicacionales relacionadas con la sostenibilidad, siendo las redes sociales (38%) el canal más utilizado para informar, seguido por las páginas web y eventos comunitarios (18% cada uno). 

Un asunto clave en su presentación fue la necesidad de abordar el greenwashing, reflejando que 64% de los participantes tiene algún grado de conocimiento sobre este concepto y son cada vez más los consumidores que pueden distinguir entre empresas que muestran un verdadero compromiso sostenible y aquellas que se limitan a hacer marketing vacío. “Debemos tener mucho cuidado con lo que decimos y cómo lo decimos”, subrayó Oropeza. 

Por su parte, Herrera mostró los datos que revelan las barreras y oportunidades para las empresas venezolanas en su relación con los consumidores, destacando que 53% considera que los productos sostenibles están disponibles, pero poco visibles, mientras que 40% asegura que no suelen estar disponibles en sus zonas de residencia, y solo 2% afirmó que los productos responsables son fáciles de encontrar. En cuanto a la accesibilidad, 41% de los encuestados, los percibe como moderadamente accesibles, mientras que otro 40% afirma que son poco accesibles, lo que refleja una brecha importante en el mercado de productos sostenibles. 

Además, detalló los principales obstáculos que enfrentan los consumidores venezolanos para adquirir productos sostenibles: 32% afirma que falta información clara y confiable, 21% menciona la baja disponibilidad en su región, 18% señala los precios elevados como un problema, 15% desconfía de la autenticidad de las afirmaciones sobre sostenibilidad y 11% no encuentra opciones adaptadas a sus necesidades.  también resaltó las expectativas de los consumidores en cuanto a las prácticas empresariales sostenibles, indicando que 25% espera compromisos con el respeto al medio ambiente (en los procesos y materiales), 17% destaca la importancia del cumplimiento con condiciones laborales justas y equitativas, mientras que otro 16% espera más transparencia en las prácticas sostenibles, y 16% valora el apoyo a iniciativas sociales.  

Pulso Social 

Luis Maturén, CEO de Datos Group, fue el encargado de presentar el análisis del estudio Pulso Social, destacando una disminución preocupante de la percepción pública sobre el impacto de los programas de RSE en Venezuela. El Indicador de Responsabilidad Social Empresarial (IRSE) registró un puntaje de 114 en 2025, el más bajo en los últimos seis años, retrocediendo a niveles similares a los observados en 2010, cuando comenzó a medirse este índice. El análisis también mostró que el conocimiento espontáneo sobre empresas que realizan actividades de RSE bajó de 46% (en el año 2024) a 44% (en 2025), mientras que el conocimiento inducido pasó de 29% a 36% en el mismo período, lo que evidencia una leve mejora cuando se sugieren nombres de empresas responsables. Entre las compañías más mencionadas están Empresas Polar, que lidera tanto el reconocimiento espontáneo como inducido con 50%, seguida por Bigott (42%), Santa Teresa (39%), Farmatodo (33%), Fundación Cisneros (33%) y BBVA (31%). 

Otro indicador preocupante fue el descenso en el porcentaje de personas que reportaron haberse beneficiado directamente de algún programa de RSE, que pasó de 18% (en el año 2024) a 8% (en 2025). Por último, se destacó que, dentro del índice de confianza social, la empresa privada fue identificada como la institución que genera mayor confianza entre los ciudadanos, con 37,2%, por encima de las universidades (15,2%) y las iglesias (10,3% evangélicas y 9,3% católicas).  

Bloque: Gobernanza 

Fortalecer la transparencia y la relación con los grupos de interés  

La relación entre la transparencia y la confianza fue el tema central del segundo bloque del Simposio, con la ponencia de Luis Esis, Gerente de Comunicaciones Internacionales para Latinoamérica de PepsiCo LATAM, quien comenzó su intervención comparando las relaciones entre las empresas y sus grupos de interés con las relaciones humanas, como conexiones profundas, en específico: el amor. En este contexto, Esis habló sobre la importancia de la coherencia, destacando que la transparencia debe venir acompañada de acciones concretas que respalden los compromisos declarados por las organizaciones. 

El especialista presentó las 4C de la transparencia, elementos clave para construir una relación robusta con los stakeholders

  1. Claridad: comunicarse de forma precisa, concreta y accesible. 
  1. Coherencia: asegurarse de que los hechos concuerden con las palabras. 
  1. Colaboración: establecer sistemas que permitan trabajar junto a otros actores clave, incluyendo aliados estratégicos. 
  1. Compromiso: rendir cuentas y demostrar con métricas claras el impacto de las actividades relacionadas con la sostenibilidad y la responsabilidad social. 

Esis destacó que la transparencia, al ser medida, debe formar parte integral de la cultura organizacional de las empresas, ya que los trabajadores tienen contacto diariamente con muchos grupos de interés. “La transparencia, el amor corporativo, no se declara, se demuestra”, señaló Esis, quien también afirmó que las empresas que inspiran más confianza no son las que son perfectas, sino las que se muestran tal y como son: “lo más disruptivo es lo más humano”, finalizó. 

Bloque: Ambiente. Panel: Economía circular – Innovación en procesos y productos 

El tercer bloque fue moderado por Yazenia Frontado, Jefa del Departamento de Construcción y Desarrollo Sustentable de la Unimet1. La conversación se centró en las herramientas y estrategias utilizadas por distintas empresas para implementar la economía circular como un catalizador de innovación y competitividad. Los panelistas invitados fueron Augusto Báez, Gerente corporativo de Salud, Seguridad y Ambiente en Empresas Polar; Alexandra Gelleni, Gerente de Aprendizaje Organizacional de Acumuladores Duncan, y Estela Hidalgo, Gerente de Proyectos Especiales y Relaciones Internacionales de Conindustria y Coordinadora del Proyecto de economía circular de AL – INVEST Verde. 2

Augusto Báez abrió el panel detallando las políticas necesarias para definir el norte de las empresas frente a la sostenibilidad y los elementos clave en su sistema de gestión circular, que incluye tres pilares principales: la cultura organizacional, donde cada proceso está orientado a integrar la sostenibilidad en la empresa, a través de las personas; el seguimiento mensual de los procesos, por el que los trabajadores evalúan cómo están aportando y qué mejoras pueden hacerse; y la medición y generación de reportes anuales, indispensables para garantizar una trazabilidad clara y priorizar acciones orientadas al cumplimiento de objetivos. Báez concluyó que “lo que no se mide no existe”, destacando que sin una cultura de medición no es posible identificar oportunidades de mejora y tomar decisiones informadas que impulsen la sostenibilidad. 

A continuación, Alexandra Gelleni compartió con los presentes un video sobre cómo Acumuladores Duncan integra la economía circular y explicó las metas específicas de mediano y largo plazo que se han trazado en su empresa. Destacó sus esfuerzos en el reciclaje del plomo a través de sus plantas, donde los materiales son triturados y reutilizados para producir piezas automotrices. También mencionó la recuperación de sulfato de sodio y de aguas tratadas en Cagua, lo cual está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la innovación, el consumo responsable y la sostenibilidad ambiental. Finalmente, Gelleni mencionó que las iniciativas circulares de Duncan se gestionan de manera trimestral, mediante un sistema de trazabilidad que asegura un control claro de los avances en cada área involucrada. 

Para finalizar el panel, Estela Hidalgo presentó el programa AL- INVEST Verde, diseñado para apoyar la transición de las MiPYMES venezolanas hacia modelos de negocio circulares, explicando que el programa trabaja directamente con el sector productivo del país, ofreciendo diagnósticos, capacitación y asesoría especializada, junto con el desarrollo de estándares que cumplen con los indicadores de la Unión Europea y las normas ISO.  

Finalmente, Frontado cerró la discusión haciendo énfasis en que la economía circular no es solo reciclaje, ya que ésta abarca los procesos completos dentro de las empresas y debe integrarse desde su concepción hasta la entrega final de valor al consumidor.  

Reconocimientos y Alianza por la Educación 

José Antonio Apostólico, Gerente general de VenAmCham, aprovechó el escenario del Simposio, en el marco de los 25 años de Alianza Social, para entregar reconocimientos a Pedro Palma y Margarita Montero por su aporte significativo al desarrollo empresarial y social en Venezuela. Apostólico recordó el impacto de Palma como expresidente de VenAmCham, y su papel en el impulso de iniciativas clave, así como la destacada trayectoria de Montero desde los inicios del Comité de Alianza Social, mencionándolos como ejemplos de liderazgo comprometido con el progreso social y económico del país. 

Alianza por la educación 

Mariano Herrera, Coordinador general de la Alianza por la Educación (APLE), presentó los pilares fundamentales de este programa, diseñado para transformar la calidad educativa en Venezuela mediante la articulación de capacidades provenientes de la academia, la empresa privada y organizaciones de desarrollo social. Estos pilares son: formación docente, formación para el trabajo y la escuela digital. Herrera explicó que, en los tres años de trayectoria de la Alianza por la Educación, se han beneficiado más de 82.000 niños de primero a sexto grado. Además, resaltó que el programa ha impactado a 311 escuelas, beneficiando también a 2.529 maestros y 193 jóvenes. 

Herrera también compartió indicadores alentadores sobre el avance educativo logrado gracias a esta iniciativa: al segundo año del proyecto, el porcentaje de estudiantes con nivel avanzado de comprensión lectora pasó de 30.8% a 67%, mientras que las habilidades matemáticas también vieron una mejora significativa, pasando de 36.8% a 74%. En el programa técnico de soldadura general, se alcanzó un índice de 93% en empleabilidad y 2.5% de reinserción educativa.  

Bloque: Social 

El bloque social del Simposio estuvo dividido en tres temas clave: la economía plateada, la juventud y el empleo, y la inclusión laboral para personas con discapacidad. 

El primero contó con la participación de Nunzia Auletta, Directora académica, Directora de desarrollo y profesora titular del IESA; Esther Cecilia Blondet, Directora, y María Alejandra Hernández, Coordinadora del Dividendo Voluntario para la Comunidad (DVC), quienes abordaron la importancia del envejecimiento poblacional y los cambios demográficos que podrían representar una oportunidad para empresas y emprendedores. 

La profesora Auletta fue la encargada de iniciar este espacio con la definición de la economía plateada como el conjunto de actividades y servicios destinados a satisfacer las necesidades de los adultos mayores. En un contexto donde la población de más de 60 años podría aumentar de 1.900 millones de personas en 2020 a 3.200 millones en 2050 a escala global, Auletta destacó que este grupo demográfico se caracteriza por su crecimiento, su poder adquisitivo y su consumo consciente, además de su interés creciente en la inclusión digital. En Venezuela, aproximadamente el 19% de la población tiene más de 60 años, lo que equivale a 5,3 millones de personas con necesidades específicas relacionadas con salud, autonomía financiera y longevidad activa. 

Esther Cecilia Blondet presentó el proyecto regional Alianza Plateada, desarrollado en cooperación con el BID-Lab, un programa orientado a convertir el envejecimiento de la población en una oportunidad económica para medianas y grandes empresas, incentivándolas a desarrollar productos y servicios inclusivos para adultos mayores, así como a promover políticas empresariales que fomenten equipos intergeneracionales. Hasta la fecha, dos cohortes de empresas han participado en el programa, el cual culmina con la presentación de prototipos orientados a satisfacer demandas del mercado plateado. 

Para cerrar, María Alejandra Hernández habló sobre el programa SilverLab, un acelerador empresarial que acompaña a startups interesadas en adaptar sus productos y servicios a la economía plateada. Entre sus casos de éxito, destacó a Asomayor, una asociación civil que recibió apoyo del programa para lanzar iniciativas de turismo inclusivo en Nueva Esparta y promover un certificado Age Friendly para empresas orientadas al bienestar de adultos mayores. 

Juventud y empleo 

¿Qué ofrecemos para las nuevas generaciones? Fue la pregunta central del panel moderado por Richard Tovar, Presidente de Agencia Índigo, en el que se abordaron las estrategias empresariales para dotar a los jóvenes de herramientas que potencien sus competencias y capacidades. Además, Tovar destacó la importancia de ofrecer a las nuevas generaciones las condiciones necesarias para elegir desde sus capacidades, necesidades y expectativas, así como dignificar a las personas, el emprendimiento, las comunidades y los trabajos, entendiendo que cada rol es indispensable. 

Rafael Romero, Gerente de Comunicaciones de Arcos Dorados, compartió cómo los programas de empleo de la empresa que representa han transformado la vida de muchos jóvenes venezolanos, facilitándoles capacitación en habilidades blandas y acceso a empleos formales que les permiten desarrollar su potencial profesional. También mencionó cómo a través de diversas alianzas han permitido ampliar su impacto en personas con discapacidad e incluso brindar apoyo a quienes necesitan asistencia médica. Romero concluyó afirmando que “la oportunidad de cambiar una vida, solo una vida, es suficiente para transformar nuestra forma de ver lo que hacemos”. 

Mariana Plaja, Gerente de Desarrollo Sostenible y Comunicaciones Corporativas de DIAGEO Venezuela, presentó el programa Aprendiendo para la Vida, centrado en el emprendimiento y dividido en tres iniciativas que buscan transformar vidas a través de la educación, con el objetivo de fortalecer la empleabilidad y colaborar con aliados estratégicos. 

Además, indicó que, desde hace un año, han estado trabajando en integrar la idea de la economía plateada en sus programas de preparación de jóvenes, y así abordar la colaboración intergeneracional a través de proyectos que incluyan a adultos mayores, demostrando que todos tienen algo que aportar. También destacó la importancia de desarrollar habilidades blandas como la imagen personal, las finanzas personales y la resiliencia frente a situaciones de presión, dado que trabajan con comunidades vulnerables.  

Carlos Lascurain, Director de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Venezuela (AJE), finalizó este panel hablando de su experiencia en la creación de actividades orientadas al desarrollo de los jóvenes venezolanos. Destacó cómo AJE actúa como una plataforma de intercambio de conocimiento y networking, dirigida a incentivar el crecimiento profesional de sus miembros y fortalecer su capacidad para generar impacto social. Lascurain subrayó que las habilidades blandas y el liderazgo han sido el principal foco de sus programas en los últimos dos años, por su importancia en el alcance de las diversas iniciativas. 

Empleabilidad e inclusión para personas con discapacidad 

La ponencia sobre la inclusión de las personas con discapacidad estuvo a cargo de Alesia Rodríguez, CEO de Inclusion Consulting Group, y Morelia Flores de Blanco, miembro fundador de ASODECO, quienes abordaron las barreras estructurales, sociales y económicas que enfrenta esta población en el mercado laboral venezolano, a escala regional y global. 

Rodríguez inició su intervención destacando que 1.300 millones de personas en el mundo viven con discapacidad, lo que representa 16% de la población mundial, y señaló una brecha alarmante: menos de 30% de los discapacitados en América Latina accede a empleo formal, 68% de ellos están en condiciones de informalidad y que esta situación es más crítica para las mujeres, quienes enfrentan una doble exclusión laboral y salarial. En el caso de Venezuela, mencionó que el país cuenta con la Ley de Inclusión Laboral de 2006, que exige que las empresas incluyan al menos 5% de empleados con discapacidad, pero el cumplimiento real apenas llega al 1%. Con respecto a la población venezolana, aproximadamente 2.5 millones de personas (8%) tienen algún tipo de discapacidad, lo que refleja la necesidad urgente de abordar estas desigualdades. 

Entre las principales barreras para la inclusión, mencionó la accesibilidad limitada en el entorno físico, las dificultades de transporte y los prejuicios culturales que aún prevalecen en las organizaciones. Según estudios, más de 50% de los empleadores en América Latina consideran erróneamente que las personas con discapacidad tienen un rendimiento inferior, aunque también demuestran que son igual de productivas o incluso más eficientes. Rodríguez también señaló que 82% de las personas con discapacidad en la región carece de formación técnica adaptada, y solo 3% logra acceder a la educación superior, lo cual representa un gran obstáculo para la incorporación en el campo laboral formal. 

Un punto importante a destacar es que “La inclusión va más allá de la contratación”, afirmó Rodríguez, “es asegurar que el empleado se sienta integrado y valorado”. Además, presentó los cinco pilares de una inclusión exitosa: liderazgo visible, comunicación inclusiva, procesos de reclutamiento abiertos, adaptaciones laborales razonables y medición del impacto.  Explicó que la verdadera inclusión no es un acto de filantropía, sino una estrategia de negocio inteligente, lo cual respaldó con datos que demuestran cómo las empresas inclusivas adquieren 28% más en ingresos y desarrollan 30% más su productividad. 

Morelia Flores de Blanco complementó la intervención de Rodríguez, destacando el trabajo que realiza su organización con más de 150 empresas venezolanas para fomentar prácticas inclusivas. Además, expresó que “no podemos incluir laboralmente a una persona con discapacidad sin haberle dado la formación para que pueda desenvolverse”.   

Acciones que impulsan el cambio 

Para finalizar, María Isabel Guinand, rectora de la Unimet, hizo un llamado a fortalecer el compromiso colectivo de las empresas, la academia y los actores gubernamentales para reducir las brechas en sostenibilidad. 

Entre sus recomendaciones, destacó la creación de alianzas multisectoriales, el uso de nuevas tecnologías para habilitar el cambio, el establecimiento de centros formales en instituciones universitarias y empresariales para fortalecer la formación en principios sostenibles, y el desarrollo de nuevas carreras como el turismo sostenible. 

Con estas reflexiones que engloban múltiples sectores y perspectivas, el Simposio Internacional de RSE y Sostenibilidad 2025 dejó claro que la transformación hacia un futuro sostenible no solo es posible, sino necesaria y urgente para las organizaciones y la sociedad venezolana en su conjunto. 

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